Hola, ven, acércate, te veo alegre, pero también hay nervios, ¿verdad? Has terminado de escribir tu manuscrito y has decidido que quieres corregirlo o que quieres realizar su análisis, pero te sientes como si fueras la niña de El exorcista y tu cabeza llegara a escorzos imposibles. ¿Qué tengo que hacer para proteger mi obra …