6 años en tándem contigo. Más de 150 libros corregidos y analizados. 6 años de acompañarte en tus dudas y que te invada el entusiasmo con tu libro. 6 años de escuchar tu historia de por qué escribes. 6 años de evolución y aprendizaje. 6 años y por muchos años más, porque este es mi oficio, esta es mi vida. ¿Y ya está? ¿Aquí se termina mi historia? Uy, no, ni mucho menos, pero te lo voy a resumir en 3 imágenes de mi pasado (imagina un mosaico): 1992, una niña en su cama, leyendo; 1996, un cajón lleno de libretas caseras y compradas con un montón de ideas de historias y de versos; 2017, un autobús en julio que me llevaba a mi primer día de formación de corrección profesional. Ahora, hazle un hueco a 2014, año de un proyecto que no cuajó: Bambú y Naranja. Y otro hueco a 2018, un proyecto que sí cuajó: mi poemario De lavanda y hueso (Ediciones En Huida).

Sigue leyendo, que, por un momento, le voy a dar voz a mi hijo, una voz de tres años, quien un día soltó: «Mamá siempre está leyendo», lo que es cierto; si no estoy jugando con él (vamos, cuando duerme) y las otras tareas del día a día me lo permiten, estoy leyendo. Otro día, le expliqué en qué consistía mi trabajo, entonces, él me dijo con toda su inocencia: «Sí, porque eres buena. ¿Y les das la mano?». En ese momento, como te imaginas, sonreí y lo adoré, pero es verdad que, de algún modo, te doy la mano. Te acompaño, sobre todo, en el diálogo que se produce tras la corrección inicial o análisis de tu obra, con mi visión artística y conocimiento de la lengua. Diálogo en el que vamos definiendo tú y yo tu manuscrito para que se convierta en un libro. Un proceso lento, casi artesanal, al que me encanta asistir y ser partícipe porque veo cómo te entusiasmas cada vez más y ganas confianza en ti, además, disfrutas de esta fase del proceso creativo y sientes orgullo por tu trabajo y por tu manuscrito. Vivir esta transformación es una sensación única. Porque soy letravitalista; porque tú y yo somos letravitalistas.

Cómo es trabajar conmigo en 3 imágenes

3 palabras para emocionarte con tu manuscrito

Todavía

Tantas posibilidades, tantos matices que aflorar.

Artista

Tanto espacio para crear, reflexionar y emocionar.

Miedo

Yo también; ¿y si lo cambias por nervios de ilusión?

Preguntas que me gusta que me hagas

¿Tú qué piensas de este cambio?

¿Y si potencio los *ciervos en mi imaginario? (*cámbialo por cualquier elemento importante de tu obra).

¿Cómo puedo expresar…?

No veo del todo adecuado este cambio que has hecho, ¿y si lo pongo así?