“O sentirte encerrado en tu sin-sentido, en tu miedo, tu enigma”

tuscumbia_lola_nietoLola Nieto ha conseguido algo que no es fácil, crear y mantener una atmósfera continua que llega a su cenit en el último poema; nos invade durante todo el poemario una sensación de claustrofobia, de sentirte encerrado, de no saber qué ocurre, de creer que todo es misterio y enigma. Lola Nieto ha creado poemas como de terror psicológico.

Tenemos frente a nosotros una voz inconfundible, que es un híbrido en el que se rompe la frontera entre poesía y prosa, sus poemas se posan en el umbral del relato, aunque no lo llega a cruzar nunca del todo. El libro físico es una pieza más de esta pieza de arte llamada “Tuscumbia” con sus juegos de tipografía, cambios de letras, palabras que al final se deshacen en puntos diminutos… Este libro nos recuerda un poco a las vanguardias, quizá al Dadaísmo, porque la poeta nos provoca, nos cuestiona a nosotros y a ella misma y junta las palabras como angustiada, sin respiración, entrecortando la lógica del lenguaje.

Subyace durante todo el poemario que la vida, que nosotros somos misterio y por eso somos cajas en las que no sabemos qué es lo que tenemos guardado, preguntarse cuántas cajas somos es como preguntarse cuántas personas somos en una sola, y ¿las puedes separar?, ¿qué ocurriría si lo hicieras?

Puede que quizá al principio no sepas de qué va “Tuscumbia”, que no le encuentres mucho sentido ni sepas qué es lo que tienes que sentir, pero te recomiendo que no lo dejes, porque lo mejor está al final, donde hallarás el poema “Jean Améry y mi madre | La caja del lenguaje destrozado”, con el cual alcanza a crear un lenguaje completamente nuevo, necesario para poder hablar del suicidio, ya que con el lenguaje lógico y cotidiano parece que no se hace.

El libro es un ente orgánico que va creándose según lo vas leyendo, que tiene vida propia y tú no puedes controlarlo.

Lola Nieto (Barcelona, 1985), es Doctora en Filología Hispánica, coordina con Antonio F. Rodríguez y Laia López Manrique la Revista Kokoro, publicó en 2014 el libro “alambres” (Kriller71-Púlsar).

“Nadie se atrevía a retirar los cuerpos porque entendieron que era un presagio. Entendieron que en ese lugar todo lo que cayera se perdería dos veces” (página 42, poema “arcoíris”, “Tuscumbia”, Lola Nieto, Harpo habla, 2016).

 

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