En este artículo te voy a contar qué hacer antes de enviar tu poemario a corregir. Cómo hacer para que tu correctora saque lo mejor de tu manuscrito.

Guardar/archivar el poemario

Una vez que hayas terminado de escribir tu poemario, guárdalo en un cajón. Muchos dicen que un mes es suficiente, yo te digo que mejor dos, cuanta más distancia emocional consigas mantener, mejor; así, a la hora de retomarlo para hacer una última lectura y, por ende, las correcciones, podrás ser más crítico, ya no te dolerá tanto podar, porque la mayoría lo que hacemos es podar.

Primera lectura ajena a ti

Aquí no tengo claro si decirte que lo hagas antes o después de haber guardado tu poemario por un tiempo, tendrás que elegir tú.

Informe de lectura

Este es un documento técnico que tiene como fin hablar de la viabilidad y de la calidad del texto. Un profesional puede analizar tu poemario y decirte las partes fuertes y débiles del mismo, entre otros aspectos; además, si lo que quieres es enviarlo a las editoriales, te puede indicar a cuáles enviarlas. La gran mayoría de los autores no realizan este paso, pero yo lo recomiendo totalmente.

Tu última corrección antes de un corrector profesional

Este apartado es uno de los más importantes de este artículo «¿Qué hacer antes de enviar tu poemario a corregir? Es imprescindible y muy importante para que el resultado final se acerque a la errata cero. Y dirás, pero si ya lo va a corregir un profesional, para qué me voy a matar más. Piénsalo de otra manera: si yo llevo mi coche a limpiar y está todo desordenado por dentro, quien vaya a realizar el trabajo va a perder tiempo en ordenar y luego tiene que limpiar, por lo que igual el tiempo que emplea en limpiar es notablemente menor al que utilizaría si estuviera todo ordenado.

¿En qué te tienes que fijar en esta última corrección?: En que los títulos de los poemas y apartados del poemario se identifiquen fácilmente. En que las mayúsculas (tus mayúsculas importantes) están donde deben estar. Que el poemario presente una unidad, que se pueda seguir el hilo (si esta parte te costara analizarla por tu cuenta, le puedes pedir ayuda a tu corrector de estilo). Intenta que haya el menor número de faltas de ortografía. Que el documento esté en Word.

Registra tu poemario

Este paso tampoco se te puede olvidar antes de enviar tu poemario a corregir, en la web del Ministerio de Cultura y Deporte se explica todo.

Elige a tu corrector profesional

No contrates a cualquiera, corregir poesía requiere unos conocimientos específicos de figuras retóricas, métrica, estructuras estróficas… que no todos los correctores poseen porque simplemente se dedican más a otro tipo de correcciones. Este servicio no es un servicio barato, por lo que tienes que asegurarte de que ese dinero que te vas a gastar está bien gastado, piensa que es una inversión, una inversión en ti, así que haz la mejor inversión.  

¿Cómo buscar y encontrar a tu corrector? Yo siempre digo que cada escritor tiene su corrector, que es un binomio en el que tiene que haber una cierta atracción, esa persona te tiene que transmitir confianza, debes sentirte cómoda hablando de algo tan personal como tu poemario.

Búscala en su web y en sus redes profesionales

¿Se nota que sabe de poesía? ¿Que le gusta? También puedes buscarla en asociaciones profesionales, yo, por ejemplo, soy socia de UniCo (Unión de Correctores).

Escríbela o llámala y cuéntale lo que necesitas

(Corrección de estilo y ortotipográfica, ¿solo una de las dos?). Aquí un inciso, un buen corrector profesional te va a pedir siempre que le mandes una muestra para poder evaluar el texto y darte un presupuesto acorde con lo que tu texto necesita. Desconfía de los que te dan un precio a ciegas porque eso, seguramente, signifique que no van a dedicar a tu texto el tiempo necesario.

Lista de correctores

Puedes hacerte una lista de 1 a 5 correctores para que te hagan una prueba de corrección y puedas ver cuál se acerca más a la idea que tú tienes sobre tu poemario. No abuses, no pidas que te corrijan más de uno o dos poemas (y si son muy largos, uno).

Una vez que hayas elegido a tu corrector, no te creas que ya te puedes echar a dormir…, pero eso lo dejo para otra publicación.

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