Si has llegado hasta aquí es porque buscas lecturas para el verano, pero si te digo que, además, te pueden servir de inspiración para escribir ese libro que te ronda la cabeza, ¿qué te parece? Porque el verano es tan buen momento como cualquier otro para esbozar un libro. Te invito a leer el artículo «Lecturas verano 2022» si lo que quieres es escribir un libro diferente.

¿Qué libro quieres escribir este verano?

Quizás, no tienes muy claro qué libro quieres escribir, lo que sí tienes claro es que no quieres escribir lo mismo que todo el mundo y sentir satisfacción por ese libro que has escrito.

Para ayudarte en esta experiencia, te quiero presentar cinco obras que se caracterizan por su originalidad en el esquema estructural narrativo, en el punto de vista y en la mezcla de géneros.

Si ya has escrito tu libro, puede que tengas dudas de si tu obra es original o si está bien engranada, en ese caso, te invito igualmente a que le eches un vistazo a estas obras de las que te voy a hablar. Casi seguro te ayudan a decir, si esta escritora se ha atrevido a plantearlo así y yo veo que funciona, ¿por qué no lo que yo he escrito? O te dan una pista para solucionar, por ejemplo, la introducción y presentación de personajes, para lo que es magistral Virginia Woolf. Y si necesitas más ayuda, puedes acudir a mi servicio de Análisis de tu obra.

¿Pasamos ya a la acción?

Lecturas verano 2022

La ciudad solitaria de Olivia Laing

Este libro se puede clasificar en la categoría de ensayo narrativo y es original dentro de este género porque se sigue como si casi fuera una novela. La autora es crítica literaria y escribe sobre arte y cultura para medios como New York Times. En esta obra une su experiencia personal (supuestamente), sus preocupaciones, su búsqueda de la identidad dentro de la ciudad moderna y la soledad con el análisis de las trayectorias artísticas que han abordado esa temática o que se han podido encontrar igual de perdidos que Olivia Laing. Se tratan figuras como Andy Wharhol, Edward Hooper y David Wojnarowicz.

La soledad no es necesariamente lo mismo que el aislamiento físico, sino más bien la falta o deficiencia de conexión, relación estrecha o afinidad: la imposibilidad, por las razones que sean, de encontrar la intimidad que deseamos.

La ciudad solitaria, Olivia Laing, Capitán Swing, p. 9

Al faro de Virginia Woolf

Sin duda, lo que yo destaco de Virginia Woolf es su capacidad para transmitirnos la complejidad psicológica de los personajes, que es sobre lo que se construyen sus obras, pero, a la vez, que haya una mínima estructura narrativa, un esqueleto que lo sostiene. En Al faro, por ejemplo, se recurre al simbolismo de varios objetos que van evolucionando y apareciendo de manera intermitente, estos se van cargando de sentimientos, palabras, experiencias… Se pueden destacar el faro, las medias y la casa.

Y, como todo lo demás en aquella extraña mañana, las palabras se transformaron en símbolos, que se grabaron por toda la superficie de las paredes de color gris verdoso.

Al faro, Virginia Woolf, Alianza, p. 205-206

Los días mudos de Patricia Peral

Esta novela, que se podría encuadrar dentro de las novelas de formación, es muy interesante porque hay dos recursos literarios que nos recuerdan, en parte, a Miguel Delibes y a Cervantes, pero a los que ha dado una vuelta. Me explico, en Los días mudos a lo largo de la lectura se intercalan dos planos: el psicólogo con el que habla y el relato de una etapa de la vida de la protagonista, por lo que parecería un monólogo, pero no lo es exactamente, porque es casi un diálogo, ese limbo le permite a la autora ser muy creativa y jugar. Luego, hay muchos capítulos que tienen la coherencia interna de un relato, pero no al modo independiente de la trama como hizo Cervantes en El Quijote, sino que son relatos que continúan la trama, aunque se pueden leer de manera independiente sin perder ninguna información clave.

Era una niña, te cuento, cuando me vino por primera vez el periodo, allá por los cultivos. […] Me recordó a cuando mamá llegó un día después de pasar todo el día fuera; con la falda de franela totalmente empapada de sangre, rímel en las mejillas, barro en las manos, oscuras manchas moradas en las piernas; dijo, tú qué miras, mocosa, vete a la cama.

Los días mudos, Patricia Peral, Índigo Editoras, p. 22

Decreación de Anne Carson

Este libro es fascinante porque es una manera de realizar un ensayo de la decreación a través de la poesía. Para mí, un libro muy difícil de clasificar e imprescindible.

Qué crujidos, qué atardecer. Oh pequeño actor / (viviendo caminando doliéndose lamentándose y aullando sin cesar) / es tiempo de regresar volando a donde guardan tu piel.

Decreación, Anne Carson, Vaso Roto, p. 41

Renascence. Sobre Edna St. Vincent Millay de Rocío Bueno

Este es un gran libro para inspirarse y para recrearse en la belleza estética, ya que es un libro híbrido de fotografía y poesía. En Renascence, la fotógrafa Rocío Bueno se ha inspirado en los poemas y en la figura de Edna St. Vincent Millay para su propuesta artística, fotografías acompañadas de la selección de poemas de esta poeta.

No es por estas hermosas flores que engalanan tus salones por / lo que he venido. De hecho, / te habría podido amar mejor a oscuras; / es decir, en cuartos menos radiantes de rosas.

Renascence, Rocío Bueno, p. 105

Como ves, son propuestas muy variadas con las puedes encontrar muchas ideas, no para copiar, sino como un punto de partida y para decirte «Yo puedo desarrollar esa idea que parece una locura». Tírate a por ella y disfruta de tu momento, quién sabe hasta dónde te puede llevar este verano… Si te ha gustado este artículo, recomiéndalo. Y, si crees que le puede servir a alguien, mándaselo :).

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