Acabas de llegar al blog la Errata itinerante (algún día te contaré su historia, la de la errata), donde pernocta una correctora profesional de textos, si quieres saber exactamente en qué consiste mi trabajo pincha aquí. Por otro lado, si tienes pensado encargar una corrección, te recomiendo que leas este Decálogo, que viene de la mano de una de las asociaciones más importantes de nuestra profesión, UniCo, para que no te den gato por liebre.

Hechas las presentaciones, te preguntarás para quién y para qué escribo este blog. En pocas palabras, escribo este blog para hablar de este oficio tan fascinante como desconocido, donde iré dejando constancia de mis inquietudes en relación al lenguaje, dudas interesantes que me vayan surgiendo en el trascurso de mi trabajo y otros artículos que profundizarán en las diferentes maneras que hay para abordar la corrección de un texto.

En definitiva, me quiero dirigir a vosotros, compañeros y compañeras, por si os ayudo a resolver dudas y al público curioso en general. No me quiero olvidar de ti, escritor, para quien quiero escribir pequeñas guías que te ayuden en el correcto envío de tu manuscrito a las editoriales, herramientas útiles para enriquecer tu estilo literario, etcétera.

Verás que escribiré muchos artículos relacionados sobre todo con la historia, el arte, relato y poesía; los campos en los que tengo formación, y lo más importante de todo, son mi pasión.

Porque no es lo mismo «corte» que «Corte», «libido» que «lívido» u «obligar» que «invitar»… Te invito a que te pases por aquí de vez en cuando a otear este blog, que anda tras la pista de la errata itinerante.

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